Rever el sistema de producción de alimentos considerando al orden natural de la cosas como marco donde debe desarrollarse el hombre..
jueves, 25 de junio de 2020
Biodinámica-INTA
Calendario
Calendario de Siembras 2020
Desde la AABDA –Asociación para la Agricultura Biológico Dinámica en Argentina- tenemos esta doble satisfacción: primero, la de presentar este Calendario de Siembras 2020, como venimos haciéndolo desde hace muchos años, y segundo, de hacerlo esta vez con los editores de la Agenda para el Huertero, con un nuevo formato estilo agenda. Antes de todo, queremos dejar claramente dicho que AABDA, como Asociación pública, abierta y libre, siempre ha trabajado centralmente en pro del rescate de la Agricultura y teniendo en el centro de su actividad al Agricultor, su verdadero protagonista.
De ambos y a la vez, por considerarlos ejes culturales imprescindibles de cara a un futuro de grandes desafíos. Así vislumbramos la tarea que se impondrá rápidamente a todo aquel que se considere AGRICULTOR y que sienta que la AGRICULTURA está en emergencia. Es el Agricultor de vocación el actor imprescindible.
La posteriormente llamada “agricultura biológico-dinámica” nace como propuesta en el año 1924 por inspiración del investigador espiritual Rudolf Steiner, que vivió entre 1861 y 1925. Y adviene años antes que cualquier propuesta derivada en ecologista, y seis años antes de la revolución verde de Howard. Sus fundamentos anclan profundamente en la concepción espiritual del ser humano, de los reinos y de la tierra, propuesta desde la llamada ciencia espiritual o Antroposofía. Y apostamos, como siempre nos invita esa antroposofía de Rudolf Steiner, a “iniciar caminos” juntos con otros, con los naturalmente cercanos a nuestras ideas y hasta con los no tan cercanos, a iniciar impulsos nuevos, a establecer alianzas que hoy nos parecen inviables, a descubrir las formas que por dormidera generalizada se nos están escapando. Por ello, este calendario de siembras 2020 que tienes en tus manos, conozcas ya los principios de la Biodinámica o estés a punto de establecer tu primer contacto con ella, pretende ser mucho más que una guía importante para el trabajo cotidiano de quien produce alimentos. Pretende ser un despertador que nos lleve a todos a establecer nuevas relaciones en un ámbito que para toda la humanidad está en carne viva, como es la Agricultura. Asociación para la Agricultura Biológico Dinámica en Argentina.
Introducción al Calendario Biodinámico para la planificación del Agricultor
Las grandes civilizaciones antiguas (Americanas, Mesopotámicas, Persas, Asirias, Hindúes, Chinas, etc.) fueron quienes desarrollaron la mayoría de las plantas comestibles que en la actualidad se cultivan con sus infinitas variedades: cereales, oleaginosas, hortalizas, frutales, etc. En estas civilizaciones el desarrollo de su elevada Agricultura fue acompañado con un extraordinario conocimiento de la Astronomía. Desplegando una envidiable comprensión de las fuerzas vivas obrantes en la naturaleza toda. De esta forma lograron relacionar como los acontecimientos Celestes a lo largo del año podían influenciar en las Tierras de cultivo. De allí surgieron los calendarios Agrícolas–Astronómicos que determinaban las diferentes tareas culturales, que los agricultores debían realizar según los ritmos del Sol, la Luna, los Planetas y sus posiciones frente a las constelaciones de las estrellas Zodiacales. Con el avance de las ciencias en el ámbito agrícola y la irrupción de una mirada puramente materialista-mecanicista, trasladada desde el ámbito Industrial, fue transformándose la Agricultura “antigua” Viva, hacia una Agricultura “moderna” Muerta. Por ello fueron dejándose de lado estas relaciones por considerárselas meras supersticiones, sin siquiera investigar si realmente existían o no dichas influencias. Maria Thun inició en Alemania alrededor de 1950 las primeras investigaciones de la era “moderna” con trabajos a campo, laboratorio y apoyándose sobre las bases de la Antroposofía. Actualmente ya son más de 60 años de ensayos correlacionando ritmos y movimientos de los cuerpos celestes y su acción sobre las plantas cultivadas. Desde hace 58 años anualmente se elabora y edita en Alemania el Calendario Biodinámico (Aussaattage: “Días de siembra”). Hoy día se editan además calendarios en E.E.U.U., U.K., Italia, Suiza, Francia, Holanda, España, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil y muchos países más, con adaptaciones a los dos hemisferios y diferentes regiones del mundo. El Calendario Biodinámico es una herramienta para organizar y potenciar las tareas agrícolas que habitualmente realizamos. Debemos utilizarlo como una ayuda extra y no como un condicionante que nos impida realizarlas. Teniendo siempre presente que el correcto manejo agrícola en cada una de las tareas que emprendamos es tan o más importante que la elección del día para realizarla.
Los ritmos de la Naturaleza a lo largo del año, del mes y el día La manera que percibimos el crecimiento del mundo vegetal la mayoría de las veces nos hace mirar al mismo de una forma errónea. Haciéndonos las preguntas. ¿Cómo y por qué crece una planta? ¿De dónde toma la mayoría de las sustancias y fuerzas para dicho crecimiento? Tenemos generalmente la percepción que ella crece desde el suelo gracias a las sustancias y líquidos que son capaces de tomar sus raíces. De allí que nuestro trabajo y esfuerzo lo concentramos en el ámbito del suelo de cultivo. ¡Y esto de ningún modo es la verdadera realidad! La mayor alimentación que recibe la planta no proviene de la corriente ascendente de agua y nutrientes, si no de la corriente descendente de fijación de Luz, Calor y Carbono gracias al proceso de Fotosíntesis. Esto se evidencia cuando un vegetal es pasado por el proceso de combustión, donde vuelve a liberar las fuerzas y sustancias que ha incorporado de estas dos corrientes. Imaginemos la combustión de un tronco o un árbol de diez metros de altura con su ramaje. Uno se asombra al descubrir que de todo ese volumen inicial solo nos queda una pequeñísima cantidad de residuo (la ceniza). Pero más asombro nos debería generar el percibir toda esa luz y calor liberados durante el proceso, ya que ni mas ni menos son, la Luz y el Calor del sol que la planta captó, uniéndolos a la materia. ¡Y allí está la respuesta a las dos preguntas! Ellos dos, son el “alimento” más importante que la planta utiliza para poder desarrollarse como tal. Y lo toma de lo que está por encima de la tierra. ¡Le llega desde el cosmos! Esta sencilla pero real imagen del crecimiento de las plantas nos pone de manifiesto cuan inmensamente importante es la relación del reino vegetal con lo proveniente del Cosmos. Observando lo que acontece a lo largo del año con toda la naturaleza y en especial con los vegetales, vemos aún más esta dependencia de las fuerzas Cósmicas. Tomando como punto de partida el inicio de la primavera en nuestras latitudes. ¡Un nuevo mundo surge ante nuestros ojos! Con el incremento de la temperatura y los días que se alargan. Árboles, arbustos y hierbas comienzan a llenarse de brotes nuevos, el paisaje a transformase de una mono tonalidad ocre-grisáceo a una amplia gama de verdes, formas y colores florales. Vemos aparecer gran cantidad de insectos que en su mayoría pasaron el invierno dentro de la tierra, entre la hojarasca, bajo la corteza o en los huecos de los árboles (en diferentes estadios). Los pájaros, comienzan a percibirse más intensamente con sus cantos y cambios de plumaje, muchos animales salen de la tierra donde han pasado el invierno. ¡La naturaleza toda es impulsada por sobre la tierra! Este nuevo resurgir y en particular el del mundo vegetal continuará hasta el verano. Entonces, todo crecimiento comenzará a detenerse, iniciándose así una nueva etapa. La aparición de los frutos y su maduración marcan un cambio significativo en la totalidad del paisaje. Pasa así el verano. Los días acortándose y las temperaturas en descenso del mes de febrero marcan el camino. Al final del verano vemos un nuevo cambio. La intensidad del verde de las hojas da paso a un empalidecerse, el color amarillo comienza a ganar presencia en el paisaje, muchos frutos maduran y otros van camino a ello, se desprenden de las ramas y tallos, para encontrar su lugar en la tierra. Cuando el color cobrizo y ocre de las hojas domina el paisaje, el otoño ha llegado. Entonces se intensifica la fuerza de la tierra, que atraerá nuevamente la vida hacia su interior. El alimento que las partes aéreas elaboraron durante la primavera y el verano ahora recorre el camino hacia troncos, tallos subterráneos y raíces. Toda la vida vegetal manifiesta comienza a retirarse. La naturaleza se contrae buscando cobijo, nuevamente bajo la tierra. Los días cada vez más cortos y la llegada de las primeras heladas son el preludio del invierno que se avecina. Durante ésta “noche invernal”, de la misma manera que nuestro sueño nos permite retomar Luz Calor C H O N P K Fe Zn B el día siguiente con ánimos y fuerzas renovadas; la naturaleza y el mundo vegetal en particular, buscan recuperar sus fuerzas.
Para en el “amanecer primaveral”, volver a expandir nuevamente toda su belleza y fuerza. Nuestros pensamientos y vivencias nos llevan a creer que esta descripción de la trasformación del paisaje a lo largo del año se da por el paso de las estaciones. Pero no nos detenemos a preguntarnos. ¿Qué es lo que ocurre en realidad?
El Ritmo anual del sol Desde nuestro punto de observación terrestre los movimientos que realizan los cuerpos celestes en el cielo se corresponden con los de una visión geocéntrica. De allí que nos referimos como: el Sol salió, subió…, la Luna se corrió…, Marte se movió a la derecha de…, etc. Los movimientos de rotación, traslación, etc. de estos cuerpos en un esquema heliocéntrico solo nos sirven para entender, a través del pensar, lo observado de esta realidad. De allí que la “verdadera vivencia” del ser humano, los animales, y las plantas en particular es que: ¡Todo se mueve y gira en torno a la tierra! Teniendo presente este punto de vista y mirando el cielo hacia el norte, veamos qué sucede a lo largo del año con la naturaleza, recorriendo el mismo camino que el descripto anteriormente. Aunque el 21 de Septiembre en nuestras latitudes se festeja el día de la primavera, el inicio real de la misma, es el día del equinoccio de primavera, 22 o 23 de Septiembre según el año. Momento particular en el año en nuestras latitudes, ya que la duración del día y la noche es igual, existen 12hs de luz y 12hs de oscuridad. A su vez es uno de los dos momentos en el año donde el sol sale exactamente del punto cardinal Este, recorre todo el cielo y se pone exactamente en el punto cardinal Oeste. A partir de este día el sol saldrá cada mañana más al sudeste, poniéndose más al sudoeste. Este correrse del sol en su salida y puesta diaria, lo obliga a realizar arcos cada vez más largos en su recorrido por el cielo, mirando hacia el norte al mediodía veremos como el sol con el paso de los días llega a su posición cenital un poco más arriba. El elevarse diariamente del sol durará hasta el solsticio de verano, 21 o 22 de Diciembre según el año. En este día el sol saldrá por su posición más sudeste y se pondrá en la posición más sudoeste.
El arco que describirá en su recorrido por el cielo será el más largo, con su máxima altura cenital anual, por esta razón será el día más largo y la noche más corta del año. De aquí en mas el sol comenzará su camino de regreso, cada día saldrá y se pondrá un poco más al norte. Al observarlo al mediodía lo veremos cada vez más bajo en el horizonte. El día comenzara a acortarse y la noche alargarse. El sol continuará así su peregrinar diario hasta el equinoccio de otoño, 20 o 21 de Marzo que volverá a salir exactamente por el punto cardinal Este, poniéndose exactamente por el punto cardinal Oeste, igual que lo ocurrido en el equinoccio de primavera, el día y la noche tendrán nuevamente la misma duración (12hs y 12hs). La luz y la oscuridad estarán otra vez en equilibrio, aunque de una forma diferente a la de hace 6 meses atrás ya que será la oscuridad (la noche) la que comenzará a tener mayor preponderancia. ¡La noche invernal se avecina! Continuando su peregrinar el sol saldrá y se pondrá cada vez más al norte, los días seguirán acortándose y las noches alargándose. Al mediodía veremos al sol cada vez más cercano al horizonte, hasta que llegado el 20 o 21 de junio (según el año), día del Solsticio de Invierno, el sol saldrá en su posición más Noreste y se pondrá en su posición más Noroeste. Realizando el arco más pequeño en su recorrido diario por el cielo y al mediodía lo encontraremos en su posición anual más baja. La diferencia entre esta posición en el solsticio de invierno (posición más baja) y la del solsticio de verano (posición más alta) es de aproximadamente unos 47°. La noche del solsticio de invierno será la más larga del año y el día, el más corto. Al día siguiente el sol retomará su camino hacia el sur saliendo y poniéndose día tras día un poco más al Sudeste-Sudoeste. Realizando arcos cada vez más largos y altos, y subiendo su posición cenital al mediodía, llegando nuevamente a la del equinoccio de primavera. Aguzando nuestros sentidos descubriremos entonces, que la naturaleza que en el relato primero era guiada por los cambios de las estaciones, en realidad es guiada también por este movimiento de ascenso y descenso del sol a lo largo del año y es él, quien marca el compás a las estaciones. Cuando el sol comienza su ascenso primaveral toda la naturaleza lo sigue y en el otoño con la situación contraria del sol descendente, todo el conjunto de la naturaleza y en particular el mundo vegetal realiza su descenso (caída de hojas, frutos, descenso de savia, muerte de las partes aéreas, etc.).
Otra vez vemos como las influencias provenientes del Cosmos (Sol Ascendente o Descendente) son determinantes para el crecimiento y desarrollo de las plantas a lo largo del año. Y como marcan el ritmo de una verdadera “respiración anual” a la naturaleza toda. Vivenciando y comprendiendo este ritmo anual de ascenso y descenso del sol (Año Trópico), entendemos mejor el significado, y porqué realizamos determinadas tareas culturales en algunas épocas definidas del año: • Para abonar un suelo con compost la época más apropiada será a mediados del otoño, momento en que la naturaleza repliega su vida bajo la tierra y se vuelve allí más intensa, propiciando así una correcta digestión del abono. • La poda de los árboles, arbustos o frutales se realizará durante la tarde-noche otoño-invernal de las plantas, cuando su fuerza y sustancias se han retirado al ámbito del tronco y raíces. ¡Los meses sin “R” decían nuestros Abuelos! • El momento más adecuado para realizar injertos es pasado el solsticio de invierno cuando el sol ha comenzado a ascender, movilizando la savia de los árboles y arbustos hacia tallos y ramas. El injerto se verá así alimentado correctamente y tendrá mayores posibilidades de prender. La luna copia el ritmo anual del sol!!! El ritmo Tropical Lunar Continuando el estudio de los movimientos celestes podemos descubrir que la luna imita a este movimiento de ascenso y descenso anual realizado por el sol. Solo que ella lo hace en casi un mes (27,32 días), pero con la misma intensidad y magnitud que él, o sea que llega a ocupar la misma posición que sol en el Solsticio de verano y la del Solsticio de invierno mes a mes para una misma posición geográfica. Este ritmo lunar no es fácilmente perceptible por nosotros ya que 21/12 20/3 y 22/9 20/6 Imágenes de la página www.planetario.gob.ar existen momentos a lo largo de este ciclo que la luna se halla oculta a nuestra vista. Se denomina ritmo trópico lunar o mensual y no hay que confundirlo con el ritmo que genera las diferentes fases de la Luna. Son dos ritmos que transcurren en simultáneo, pero no están sincronizados, la luna tarda de luna nueva a luna nueva (ritmo sinódico) 29,5 días, o sea que entre ambos ritmos hay una diferencia de aprox. dos días. Observando algunas noches seguidas por donde sale la luna, veremos que hay un momento en el mes que la luna saldrá bien al noreste y recorrerá el mismo arco que el sol recorre durante el solsticio de invierno y 14 días después aproximadamente, saldrá bien al sudeste recorriendo el arco que el sol durante solsticio de verano. Este ascender y descender de la luna es una réplica exacta del ritmo anual del sol que anteriormente describimos. O sea que la luna sube desde su posición más baja hasta la más alta unos 47° en tan solo 14 días. Durante este ritmo la luna adquiere cualidades similares a las “estaciones solares”, por ello podemos hacer referencia a un “otoño-invierno y primavera-verano lunares”. Y así como el sol influencia a la naturaleza toda haciendo que se expanda a partir de la época primaveral y se contraiga en la época otoñal, conduciendo los movimientos de savias y fuerzas en los vegetales a lo largo del año. La luna en su ascenso-descenso mensual, conduce el movimiento de ascenso y descenso de savias de las plantas anuales o de ciclos cortos, pero también lo hace con menor o mayor intensidad, dependiendo de la época del año, sobre todo el reino vegetal incluidos los árboles y plantas perennes. Luna Descendente Los días de luna descendente •, que abarcan aproximadamente 2 semanas cada mes están señalados en el Calendario con el sombreado grisáceo. En estos períodos (luna descendente) con sus cualidades otoño-invernales, donde los jugos y fuerzas de las plantas están siendo impulsados al ámbito de las raíces u órganos subterráneos, con mayor significación para aquellas especies de ciclos anuales, serán los días más aptos para: • Realizar trasplantes a raíz desnuda, ya que las plantas sufrirán menos el estrés y se recuperan más rápidamente. • Aplicar los abonos, preparar canteros, sembrar abonos verdes, enterrar esquejes. • La cosecha de raíces, bulbos y tubérculos durante este periodo favorecerá su almacenamiento y conservación. • Al efectuar podas en este periodo retiraremos menos sustancias alimenticias y las plantas tenderán a “llorar” menos (exudación de savias). A todos nos ha pasado que en la primavera las hortalizas de hoja y de raíz tienden a florecerse, y estas ansias son aún mayores durante primaveras secas y luminosas (o en regiones con estas características climáticas). Al realizar las siembras durante la luna descendente le haremos llegar a nuestras semillas y plantas el impulso otoño-invernal lunar que contrarrestará en parte el impulso primaveral de florecer. ¡Y si no descuidamos los riegos, el correcto abonado, la adecuada elección de las variedades tendremos muchas más posibilidades que nuestras lechugas, repollos, acelgas, rúculas, achicorias, apios, hinojos, remolachas, rabanitos, zanahorias, nabos, etc. lleguen a nuestros platos con todo el desarrollo deseado! Luna Ascendente En cambio los otros 14 días, los de luna ascendente • con sus cualidades primavero-estivales las fuerzas y sustancias de las plantas sobre todo en las anuales están siendo impulsadas hacia la parte aérea, por lo tanto: • Cosechando las flores durante este periodo las mantendremos frescas por más tiempo. • Realizando carpidas, cortes de malezas o pasto retrasaremos su rebrote. • Cosechando aromáticas, hortalizas de hojas, de tallos y frutos lograremos un mayor periodo de almacenamiento y conservación. • Realizando los injertos durante este periodo ascendente lunar y al inicio del movimiento de ascenso del sol (agosto-septiembre) favorecemos su unión con el porta-injerto. • Será también el mejor momento para las podas desvigorizantes en aquellas plantas que debemos disminuir un exceso de crecimiento vegetativo. La tierra también tiene el suyo!!! Vimos como el ritmo anual del sol y el ritmo mensual de la luna influencian el crecimiento y desarrollo de los vegetales; y como el conocimiento de los mismos y sus efectos, nos permiten determinar el momento más apropiado para realizar distintas tareas agrícolas. Si ahora bajamos nuestra mirada a la tierra veremos con asombro la existencia de un ritmo diario, eco de los dos anteriores. Por la mañana temprano (7-9hs) el mundo vegetal se encuentra en un estado similar al primaveral, la tierra exhala sus fuerzas. Su verdor, lozanía y turgencia delatan su íntima correspondencia. A medida que nos acercamos al mediodía toda esta expansión de vida va deteniéndose en cierta manera, y entre las 12-15hs es el momento del día que se corresponde al verano. A partir de la tarde volvemos a percibir otro cambio cuando nos encontraremos frente al otoño del día las 19- 21hs, la tierra a iniciado su inhalación diaria, y un verdadero invierno diario acontece entre las 24-3hs… Este ritmo de la tierra donde las cualidades de las estaciones se ven representadas nuevamente, pero en un solo día, hemos de utilizarlo para nuestro provecho. Entonces, si queremos: • Cosechar hortalizas de hojas, tallos, flores y frutos. Lo haremos en la primavera diaria (a la mañana bien temprano) ya que conservarán mejor sus cualidades y por más tiempo. En cambio las hortalizas de raíz convendrá cosecharlas al atardecer, favoreciendo su almacenamiento y calidad. • Trasplantar plántulas es lógico pensar que el momento del día más favorable será el atardecer (otoño diario), donde las plantas tendrán más flujo de fluidos hacia las raíces, y la pausa “invernal” de medianoche, actuará como el sueño reparador para el ser humano. • Cosechar aromáticas y plantas medicinales. Haciéndolo por la mañana, cuando ya se halla levantado el rocío y mejor aún si es en luna ascendente nos aseguraremos “cosechar” la máxima concentración de sustancias y principios activos. • Las flores cortadas por la mañana bien temprano tendrán mayor duración. Otros Ritmos de la Luna Las fases de la Luna: ritmo Sinódico Este segundo ritmo de la Luna es el más conocido por todos nosotros, dura 29,5 días y corresponde al periodo entre dos fases idénticas de la Luna. Manteniéndonos como observadores desde un punto de vista geocéntrico (desde la posición terrestre) lo que vemos a lo largo de este periodo es el crecer o decrecer de la cara de la Luna iluminada por el sol. Este ritmo comienza con la “Luna Nueva” •, momento en que se nos hace invisible a la vista, ya que está delante del sol, acompañándolo en su transitar por el cielo y la luminosidad de éste no nos permite verla. Como luna se retrasa 51 minutos en su salida diaria por el cielo respecto al sol, pasados dos o tres días veremos que está a la derecha del sol y una media luna muy fina comienza aparecer. Según pasan los días la Luna se va iluminando cada vez más, “creciendo” por su lado izquierdo, mientras continúa alejándose por la derecha del sol, hasta llegar a la fase de “Cuarto Creciente” donde la mitad de su cara ya se encuentra iluminada. Pasados unos 14 días aproximadamente desde la “Luna Nueva” • vemos la “Luna Llena” •, momento en que se encuentra opuesta al sol respecto a la tierra y tiene toda su cara iluminada. A partir de aquí la Luna comienza a decrecer, o sea su cara iluminada (ahora lado derecho) va disminuyendo hasta alcanzar la siguiente fase de Luna nueva. Dependiendo en qué fase de este ritmo está y si va decreciendo o creciendo, sus fuerzas sobre el crecimiento vegetal pueden aumentar o disminuir. Realizando una asociación con los ritmos del sol y la luna anteriormente mencionados, la luna llena posee un carácter estival, la decreciente o menguante otoñal, la nueva invernal y la luna creciente primaveral. Luna Creciente: periodo desde la Luna Nueva a Luna Llena. Las fuerzas de crecimiento, reproducción y germinación de las plantas aumentan. Como regla general la luna creciente es un tiempo óptimo para realizar siembras (ideal dos a tres días antes de luna llena). Resultando el mejor momento para sembrar aquellas plantas que crecen en altura y de las cuales consumimos sus frutos. Las siembras en este periodo serán más rápidas y parejas, de esta forma lograremos plantas con gran desarrollo vegetativo. Si bien este desarrollo será mayor hay que tener en cuenta que las plantas pueden tener una menor resistencia a las enfermedades fúngicas, ser más susceptibles al ataque de insectos particularmente en clima caliente-húmedo y suelos degradados. Si cortamos el pasto o realizamos podas días previos a la Luna Llena los rebrotes tenderán a ser más rápidos. Luna Menguante o Decreciente: Al tener un efecto otoño-invernal los procesos debajo de la tierra se ven favorecidos, por ello es el momento más propicio para incorporar abonos al suelo, sembrar o plantar raíces y tubérculos, tales como rabanitos, nabos, zanahorias, remolachas, papas, topinambur, mandioca, batata, etc. Las lechugas, acelgas, rúculas, radichetas, etc. de primavera es mejor sembrarlas en luna decreciente o menguante y de ser posible también en descendente con el fin de disminuir el impulso a florecer. Orbitar Lunar: Ritmo Anomalístico Este tercer ritmo es el referido a la órbita descripta por la luna alrededor de la tierra y tiene una duración de 27,5 días. Y por ser esta una órbita elíptica hay un momento que la Luna se halla más cercana a la Tierra (Perigeo Pg) y otro más lejos (Apogeo Ag). Esta diferencia tiene su influencia sobre la naturaleza. Por ejemplo: durante el Perigeo tenemos una predisposición al desarrollo de enfermedades fúngicas en los cultivos, sobre todo si existen condiciones climáticas-meteorológicas que lo beneficien (humedad excesiva). Aumentando muy intensamente esta predisposición si el Perigeo además concuerda con la Luna Llena. Saberlo con anticipación nos puede ayudar a tomar las medidas preventivas correctas. Nodos: Ritmo Draconitico Este orbitar de la luna alrededor de la tierra tiene la particularidad de estar en un plano inclinado de unos 5° 8´ respecto al plano de la eclíptica. Plano imaginario por donde se desplaza el sol. Esta inclinación hace que la Luna cruce dos veces el plano de la eclíptica en el trascurso de unos 27,28 días, una vez cuando va desde abajo hacia arriba y al volver a cruzarlo desde arriba hacia abajo. Al primero se lo denomina Nodo Ascendente ☊ y al segundo Nodo Descendente F. En estos puntos de cruce o nodos puede darse la posibilidad de que ocurran los eclipses si en ese mismo momento concordara la Luna Llena o Nueva. Al ser un fenómeno de interferencia entre dos astros celestes existe una perturbación que puede manifestarse en el desarrollo y crecimiento vegetal, y en el proceso de germinación, por ello horas antes y después de la ocurrencia de los nodos es preferible no realizar tareas importantes en los cultivos. Ritmo Lunar Sideral Existe en el cielo una franja por la que se desplazan la mayoría de los cuerpos celestes (sol, luna, planetas), es una faja que de noche la podemos observar y está compuesta por agrupaciones de estrellas o constelaciones. Estas constelaciones pertenecen a lo que denominamos Zodíaco. La Luna, durante su desplazamiento alrededor de la Tierra a lo largo de 27,3 días se va colocando delante de todas estas constelaciones del Zodíaco. Así pasa entre 2 y 3 días delante de cada una. La faja del zodiaco está compuesta por doce constelaciones que tienen el mismo nombre que los signos del horóscopo, de allí que a veces se relaciona al Calendario Biodinámico con la Astrología, siendo que se basa en la Astronomía. Este otro ritmo es también importante, debido a los estímulos que transmite la constelación delante de la cual está la Luna. Dentro de las doce constelaciones distinguimos cuatro grupos con diferentes influencias sobre nuestros cultivos: Fuego, Aire/Luz, Agua y Tierra. Constelaciones de Fuego (Aries, Leo y Sagitario) Las constelaciones de FUEGO favorecen la producción de frutos, granos y semillas. Por lo tanto, estos días serán buenos para los trabajos del suelo, de siembra, desbrote, poda, cosecha o trasplante de todas aquellas plantas de las cuales su parte comestible es el fruto. Conviene entonces para tomates, morrones, pimientos y ajíes, sandía, melón, pepino, berenjena, zapallos, maíz, maní, zapallitos, porotos, chauchas y arvejas, cereales, frutas finas, etc., para todos los árboles frutales y la vid. También son días favorables para la producción de semillas en general. Constelaciones de Aire/Luz (Géminis, Libra y Acuario) Las constelaciones de AIRE/LUZ influencian e incentivan los procesos florales, por ello durante estos días cuando trabajemos con nuestras hortalizas estaremos incentivando al aspecto floral de la planta. Son días favorables para: los alcauciles, brócolis, coliflores y flores en general (comestibles, medicinales y ornamentales). Constelaciones de Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) Las constelaciones de AGUA favorecen la producción de hojas y masa vegetal. Estos días serán buenos entonces para sembrar o trabajar con acelga, apio, cardos, repollos y coles de hojas en general, escarola, espinaca, lechuga, perejil, hierbas aromáticas de hoja. Cultivos Forrajeros, abonos verdes, caña de azúcar, yerba mate, etc. Constelaciones de Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) Estas constelaciones de TIERRA favorecen las raíces, órganos subterráneos y las cortezas. Por lo tanto serán días aptos para sembrar o trabajar: ajo, cebolla, chirivía, endibia, espárrago, nabo, todas las papas y batatas, raíz de luz, mandioca, topinambur, rabanito, rábanos, nabos, remolacha, zanahoria, etc. También para árboles en general. Durante estos días se favorece el enraizamiento de las plantas trasplantadas.
Sebastián J. Iriberri
domingo, 21 de junio de 2020
Suscribirse a:
Entradas (Atom)