El suelo: Un organismo vivo
n suelo vivo presenta una gran actividad biológica, producto de la enorme
cantidad de microorganismos que lo habitan, en él se encuentran: bacterias,
hongos, algas, protozoarios, anélidos etc. que se cuentan por varios cientos
de miles en un gramo de suelo y su población aumenta mucho más cerca de
la zona radicular inmediata (rizosfera). Se estima que un metro cuadrado de suelo vivo
contiene 10 millones de nemátodos, 100 mil colémbolos, 45 mil anélidos y unos 40 mil
insectos y ácaros. Asimismo, un gramo de suelo contiene: unas 500 mil bacterias, 400
mil hongos, 50 mil algas y unos 30 mil protozoarios aproximadamente. Un gramo de
suelo vivo además, puede contener más o menos 10 millones de bacterias, pudiendo
encontrarse de 100 a 200 millones de bacterias en la rizosfera.
La acción conjunta de los factores bióticos y abióticos en el proceso de formación del
suelo contribuye a la formación de una capa superficial humosa muy apreciada por los
agricultores. El humus, es el resultado de la descomposición cíclica de la materia
orgánica a consecuencia de la actividad del edafón, que solubiliza y libera los
nutrientes a ser absorbidos por las plantas. En condiciones tropicales, la tasa de
acumulación de humus en el suelo es baja, por lo que es muy importante fomentar el
reciclaje "intensivo" de la materia orgánica.
Casi hasta mediados del siglo XIX prevaleció la teoría del humus como alimento básico
para las plantas, pero en 1844 J. Von Liebig, con la publicación de sus investigaciones,
sentó las bases para la agricultura moderna. Desde entonces el suelo ha sido objeto de
múltiples y detallados estudios. Según Liebig, todo lo que una planta necesita puede
ser encontrado en sus cenizas. Un raciocinio incompleto que vio la descomposición de
la materia orgánica como un proceso exclusivamente químico, propició el desarrollo de
la química agrícola en forma unilateral. Por ello, sería interesante revisar la carta con la
cual Liebig sale al paso de la mala interpretación que se ha hecho de su declaración de
50 artículos, pues sólo en uno sugiere explorar la pista de las restituciones minerales,
ocupando un lugar importante la materia orgánica. Sin embargo, sobre los trabajos de
Liebig se desarrollaron los métodos de la agricultura convencional moderna que se
basa en prácticas inadecuadas y nocivas para la fertilidad natural del suelo como:
• Nula diversidad con los sistemas de monocultivo
• Escasa diversidad en las asociaciones y rotaciones
• Rotación unilateral (inadecuada) de cultivos
• Labranza inapropiada e innecesaria
• Excesiva mecanización que produce alteración y destrucción del suelo
• Inadecuado manejo de las excretas animales
• Control químico de plagas y enfermedades
La agricultura ecológica implica una forma diferente de conceptuar el suelo, el cual es
su preocupación principal y es visto como la capa superior edafizada "viva" de la
corteza terrestre. En ésta pueden desarrollarse las plantas fuertes y vigorosas. En la
agricultura convencional, el suelo es sólo un soporte mecánico para las plantas.
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